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La  actividad  ganadera representa el 5% del PIB paraguayo y la exportación de varios de sus principales productos (carne bovina congelada y fresca o refrigerada; los cueros bovinos o equinos curtidos; tripas, vejigas y estómagos animales, así como otros despojos comestibles de la carne) llegan al 11% de las exportaciones, por lo que un análisis profundo de su realidad resulta de vital importancia.

El  dato  más  resaltante que refleja este análisis es la potencial disponibilidad de fondos que podría generar una posición de endeudamiento menos conservadora por parte de los referentes del sector, esta podría llegar a los US$ 4.100 millones.

ACTUALIDAD

Para  comprender  a  cabalidad  el  endeudamiento del sector, se recurre a un balance elaborado por el Departamento de Investigación y Análisis de 5/días, este busca reflejar la situación patrimonial de la ganadería en la actualidad. Para esto se considera a todos los representantes del sector como una sola unidad productiva de gran tamaño; los datos provienen principalmente de la Rediex, el MAG y el IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura).

Se supone como activos para el sector ganadero el valor de sus tierras, que sería el resultado de la totalidad de hectáreas destinadas a la ganadería multiplicados por el precio promedio de las  tierras en los departamentos más ganaderos; además se incluye el valor de un stock promedio de cabezas de ganado.

El Pasivo consta de los créditos que destina el sistema bancario al sector ganadero, además de otros proveedores que financian las actividades de saneamiento de los animales. En la cuenta patrimonial, además del capital, figuran los resultados del comercio cárnico del 2012.

Entre Pasivo y Patrimonio Neto este agregado muestra una proporción de 11 y 89%, respectivamente, cuando si modificáramos esta proporción para asumir un mayor nivel de endeudamiento pasando a una relación 30/70, siempre dentro de lo que se considera saludable, se dispondría de fondos por valor de más de US$ 4.100 millones.

Esta variación de los niveles se puede observar en el correspondiente cuadro, donde la diferencia se encuentra comparando estos valores con los obtenidos en el balance que se estimó.

Con estos fondos se podrían encarar varias actividades tendientes a mejorar la productividad del sector.

POTENCIAL

Estos fondos podrían ser utilizados para aumentar, más que la cantidad de cabezas del país, la calidad de estas.

Esto se lograría a través de mayores inversiones en sectores, como la genética, las medidas fitosanitarias y los procesos de control de la producción de este sector, entre otros aspectos que  se refieren a garantizar la inocuidad de los alimentos siguiendo las estrictas normas fijadas por los mercados internacionales más importantes, factor que se considera clave a la hora de aumentar los valores recibidos por exportación.

Para medir la utilidad de medidas como estas se propone un cambio en la matriz exportadora de carne de ganado vacuno que supone la apertura de nuevos mercados con mejores precios. Esta se contrasta con una estimación de la situación al cierre de este año realizada con datos de la Senacsa.

Para el cambio se considera constante la producción anual de carne. Con el paso del tiempo la proporción de exportación por destino irá variando hasta poder copar cada vez más aquellos destinos que ofrecen precios más altos por tonelada.

Los  cambios  propuestos, entonces, afectarían positivamente  en  doble manera. Por una parte se fomentaría la inversión en capital duradero mediante la mejora de la infraestructura física necesaria para dichas actividades y, por otra parte, se obtendrían mayores ingresos derivados de los mejores precios existentes en los nuevos mercados, por lo que los ingresos provenientes por la exportación de carne bovina podrían casi triplicarse con esta maniobra.

ALTERNATIVAS

Estas  actividades  propuestas no representan más que una de las muchas alternativas que podrían encararse dada la capacidad de endeudamiento del sector y, probablemente, sería la más conservadora de todas las posibles, ya que implica sencillamente profundizar y mejorar las prácticas habituales en el sector.

 

Por Pedro Di Natale y Miguel Chaves

Fuente: 5Días.