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Las gallinas, en general, comienzan su postura entre las 18 y 21 semanas de vida. En la cría casera, la mayor postura es en la primavera y el verano, debido a que necesitan un mínimo de 14 a 15 horas diarias de luz para estimular el desarrollo del óvulo y que se produzca el huevo. Los pollos parrilleros necesitan la luz para la alimentación. (Dr. P. M. Gibert)
En cualquier tipo de cría de aves ponedoras se debe tener en cuenta la luz para alcanzar una mejor producción. La luz juega un papel importante en la producción avícola, tanto para la cría de pollos parrilleros como para las aves de postura. En el primer caso es para que coman más y en el otro es para producir el estímulo de postura.
Estudios recientes con pollos parrilleros machos muestran una mejor eficiencia de la conversión alimentaria cuando se incrementan los programas de luz en forma sistemática, con planes de luz adecuados para cada edad. Se ha demostrado que hay beneficios en el bienestar animal y productividad, cuando se cría a los pollos parrilleros de 14-21 días con 6 horas de luz y después se cambia a 23 horas de luz hasta la edad del sacrificio. Cada línea tiene sus planes de luz, que son muy útiles para mejorar la eficiencia productiva.
Las gallinas comienzan la postura entre las 18 y 21 semanas de vida. La razón de que tengan su mayor producción en primavera-verano y disminuya al mínimo en los meses de invierno es que necesitan un mínimo de 14 a 15 horas diarias de luz al día, para que se desarrollen los óvulos y produzcan los huevos. Esta cantidad de luz solo se da en los meses de primavera e inicios del verano disminuyendo el resto del año, en nuestro medio. Hay que tener en cuenta este detalle de manejo, sobre todo en la producción casera, a fin de mantener la producción de huevos, debido a que en otoño e invierno disminuyen las horas de luz natural.
Hice unos experimentos comparando el uso de luz incandescente y fluorescente para ver cuál resulta mejor. Si bien hay una mejor respuesta a la fluorescente por el tono azulado, no encontré diferencia significativa en la producción. Con los focos modernos de bajo consumo, tampoco hay diferencia significativa en la producción, pero sí en el ahorro de consumo eléctrico. Económicamente es más conveniente la luz fluorescente o lámparas de bajo consumo, porque con estas últimas se tienen menos gastos de instalación. Con los tubos se obtiene una mayor difusión de la luz y se producen menos espacios de sombras, pero si se hace una buena distribución de las lámparas, se podrá tener el mismo resultado.
En este material no hablaremos de programas de luz, sino de la importancia que esta tiene en la producción de las aves. Esta afecta la conducta de las aves domésticas, alterando la apariencia visual y la capacidad de atracción de las características del ambiente en que viven y lo que pueden ver. Además, es un componente importante del ritmo diurno que influye sobre muchos patrones de conducta de las aves y deben ser tenidos en cuenta, cuando aparecen problemas de picaje o trastornos de las patas. Además de dar mayor bienestar a las aves.
Las gallinas necesitan al menos 14 horas de estímulo luminoso para poner un huevo.
El pequeño productor debe tener en cuenta este punto, sobre todo en esta época en que es más notorio el acortamiento de los días luz, cuando no alcanzan ni 12 horas. Recordemos que son necesarias de 14 a 16 horas de estímulo luminoso para producir un huevo. Por lo tanto, hay que suplementar con luz artificial, la mitad de horas antes del amanecer y la otra mitad al atardecer.
Una lámpara incandescente de 40 watts a 2 m de altura alcanza para cubrir 4 m de galpón. Como los galpones no deben tener más de 8 m, es suficiente con 2 hileras de lámparas. Se puede hacer el mismo cálculo con las lámparas de bajo consumo, teniendo en cuenta la cantidad de watts. La distancia se ajusta de tal manera que no haya lugares oscuros en el galpón donde están las gallinas.
Cuando se alargan los días antes de llegar a la primavera, se va disminuyendo la suplementación luminosa. Ni mayor intensidad, ni más cantidad de horas de luz van a aumentar el número de huevos puestos. Es conveniente hacer un mantenimiento de las fuentes de luz; cambiar las lámparas quemadas y limpiarlas periódicamente.
Conviene recordar que la luz se utiliza en las ponedoras, para estimular la producción de huevos en los días cortos de luz natural, y en los parrilleros para favorecer la alimentación.
La educación es la base del desarrollo de las comunidades. (p.m.g.)
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Por ABC Rural