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Dos grandes inversiones registradas en el país en el segmento de la industrialización de la soja empezarán a operar desde la presente zafra 2012/2013, acompañando el proceso de expansión de la generación de valor agregado a las materias primas que experimenta Paraguay.
Con mucha apertura, directivos de la Cámara Paraguaya de Procesadores y Exportadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) anunciaron el inicio de la operatividad de ambas industrias a partir de la presente campaña agrícola.
José Vargas Peña, presidente del gremio, dijo que en este momento Cappro está viviendo un momento muy importante porque dos grandes inversiones y otros proyectos, también ligados al área de puertos, se suman como apuestas a generar mayor competitividad en el país.
El 50% de la soja se industrializaría en Paraguay con la consumación de estas dos grandes inversiones.
Fernando Acosta, vicepresidente de Cappro, resaltó que actualmente se industrializan 1,5 millones de toneladas de soja por temporada y otras 100 mil toneladas de otros rubros (girasol, canola, etc).
Con las inversiones de ADM Paraguay y el Joint Venture de Bunge, Dreyfus y AGD, que conformaron el Complejo Agroindustrial Angostura S.A., y con la ampliación de otras plantas como la de Raatz y Conti Paraguay, desde abril del año que viene, la molienda anual de soja en el país se extenderá a 4 millones de toneladas, que representaría el 50% de una zafra promedio con 8 millones de toneladas de producción de la oleaginosa.
Ambos coincidieron que la industrialización es fundamental para el crecimiento del país como exportador de proteínas, ya que crea nuevos empleos y genera la oportunidad de sumar valor agregado a los productos del país.
La planta proyectada por ADM Paraguay, ubicada en Angostura, al lado de la planta de fertilizantes, tendrá una capacidad de molienda diaria de 3.300 toneladas, para una anual de 1,1 millones de toneladas. La empresa incluso estaría operando desde fines de este 2012; sin embargo, no existe suficiente materia prima, por la severa sequía que ocasionó la merma de 50% de la producción.
Caiasa, a su vez, procesará unas 4.000 toneladas diarias de soja, para un global anual de 1,3 millones de toneladas.
Además de estas grandes inversiones, también se suma Conti Paraguay, que elevó de 750 a 1.000 toneladas diarias la molienda de la oleaginosa, que se traduce en 82.500 toneladas más de procesamiento, aproximándose a una industrialización de 330 mil toneladas de soja.
En el caso de Oleaginosas Raatz, la expansión fue de 400 a 1.000 toneladas de soja procesada anualmente, que representan 200 mil toneladas más de procesamiento, para una cifra final estimada en 330 mil toneladas procesadas por año.
En un informe ordenado por Cappro se concluyó que el aporte de la industria –sin contabilizar las que están en proceso- asciende a un ingreso adicional de USD 800 millones, en comparación con la exportación de productos con valor agregado (aceites, harinas y pellets) y a los envíos de granos en estado natural.
Ahora, con la incorporación de estas industrias se extenderá el factor multiplicador a tres, con lo que los ingresos adicionales para el país, ascendería a USD 2.000 millones, sobre los valores que en la actualidad se registran en las exportaciones de soja en grano.
Además de la industrialización, también se genera un impacto positivo dentro de la cadena productiva, porque se abren nuevas ventanas para las empresas de insumos, transportistas, vendedores de servicios, entre otros.
Las industrias que integran Cappro emplean a unas 5.000 personas, además de un efecto multiplicador indirecto de 7.500 personas en sectores que colaboran para la obtención de la eficiencia en los procesos de desarrollo.
Fuente : Revista Todo Campo
Editorial El País 9/12